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Creemos que el acceso a alimentos seguros es un derecho universal y sabemos que el envasado desempeña un papel esencial para hacerlo posible a nivel mundial

El envasado de alimentos adecuado para su fin es mucho más que un simple recipiente. Representa los medios de vida y el progreso social derivado, su uso marca la posibilidad de eliminar la inseguridad alimentaria y entre sus beneficios se incluye minimizar los riesgos para la salud derivados de alimentos contaminados y enfermedades relacionadas.

En 1909, el periodista y abogado estadounidense Alfred Henry Lewis hizo la siguiente reflexión: «Solo hay nueve comidas entre la humanidad y la anarquía».[i] Aunque puede que los orígenes del envasado de alimentos sean humildes, su rol en la promoción de la inocuidad e higiene de los alimentos ha desempeñado un importante papel de apoyo en el desarrollo y el avance de las sociedades modernas.[ii] La naturaleza compleja e interconectada de las sociedades globales ha puesto aún más de relieve la necesidad de cadenas de suministro resilientes (gracias a los envases adecuados para su fin) capaces de hacer frente a desafíos inesperados. De hecho, cuando se trata de aumentar la eficacia de las cadenas de valor alimentarias, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura subraya la importancia de políticas coherentes e inversiones en el envasado de alimentos.[iii]

Al garantizar la inocuidad e higiene de los alimentos, el envase desempeña un papel decisivo para el acceso a los alimentos para todos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que, cada año, se producen 600 millones de casos de enfermedades de origen alimentario en todo el mundo, y los organismos y las autoridades responsables de la inocuidad de los alimentos reconocen desde hace tiempo el importantísimo papel de la contaminación cruzada como la causa más frecuente de la mayoría de este tipo de enfermedades.[iv] Es por ello que invierten considerables recursos para hacer hincapié en la importancia de prevenir la contaminación cruzada de los alimentos en todas las etapas de la cadena alimentaria humana.[v]

El envasado de alimentos desempeña un papel importante en la prevención de dicha contaminación cruzada. Por ejemplo, el vaso de papel moderno se inventó con el objetivo expreso de reducir la contaminación cruzada y la incidencia de enfermedades de origen alimentario en humanos: el agua potable se había vuelto cada vez más popular en Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XIX, promocionada como una alternativa saludable a las bebidas alcohólicas. A pesar de que se disponía fácilmente del agua, los vasos comunales compartidos que se utilizaban para beberla solían transmitir enfermedades, lo que suponía un peligro para la salud pública. Como respuesta, Lawrence Luellen, abogado e inventor, fabricó en 1907 un vaso desechable de dos piezas hecho de papel, mientras que el Dr. Samuel Crumbine, uno de los padres fundadores de la salud pública moderna, hizo campaña contra el uso de los vasos comunes para luchar contra la tuberculosis.[vi] La pandemia de COVID-19 ha demostrado además que el factor higiénico del envasado de alimentos debe tenerse en cuenta al hablar de sistemas alimentarios sostenibles.

Tal como declaró recientemente el Consejo de Ministros de la UE en su propuesta de 50 prioridades para su consideración en la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la ONU en 2021, garantizar la inocuidad de los alimentos que se suministran a los consumidores es de suma importancia.[vii] Los envases adecuados para su fin desempeñan un papel clave en la consecución de este objetivo, ya que protegen los alimentos de los impactos químicos, biológicos y físicos al retrasar el deterioro del producto, prolongar su vida útil y fomentar la inocuidad de los alimentos. De este modo, el envasado también garantiza que no se desperdicien los recursos utilizados para producir alimentos ni la huella de carbono que se genera (equivalente más o menos al 10 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero [viii]).

En 2020, entre 720 y 811 millones de personas le vieron la cara al hambre (con un aumento de más de 120 millones respecto al año anterior) debido en gran parte a los efectos de la pandemia de COVID-19.[ix] En las grandes cadenas de suministro de alimentos, el mayor impacto de la pandemia deriva del cambio repentino en la demanda y sus efectos disruptivos en los diversos protagonistas que conectan la granja con la mesa.[x] En el caso de los consumidores, el riesgo de la seguridad alimentaria es más pronunciado debido a los efectos agravados de la pandemia por la pérdida de empleo y medios de vida. Stella Kyriakides, Comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, conmueve con su declaración sobre esta grave situación en su discurso por el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos:

«La pandemia de COVID-19 no solo ha resaltado la importancia de contar con unos sólidos mecanismos de preparación y prevención ante crisis sanitarias y unas cadenas de suministro que garanticen la circulación continua de productos básicos, sino también la importancia crucial de contar con alimentos inocuos, asequibles y de acceso universal. Los alimentos inocuos y nutritivos refuerzan nuestro sistema inmunitario y nos protegen de las enfermedades. Los alimentos inocuos son fundamentales para la seguridad alimentaria».[xi]

Las ventajas del envasado de alimentos van más allá de la salud y la seguridad, ya que respaldan la vida moderna de formas antes inimaginables. Desde la década de 1950, las comidas preparadas se han convertido en un básico para muchos hogares modernos, en los cuales escasea el tiempo para profesionales en activo, familias y estudiantes. Más recientemente, la periodista Emily Matchar analizó las implicaciones económicas y sociales de la comida preparada saludable y asequible, posible gracias al envasado de alimentos. [xii] Las comidas preparadas inocuas y cómodas suelen ser de gran ayuda para las familias, ya que reducen la necesidad de preparar la comida a diario, responsabilidad que recae sobre todo en las mujeres. Mientras que durante el siglo XX este fenómeno se centró sobre todo en Europa y Norteamérica, en la actualidad se está globalizando rápidamente a medida que el ritmo de urbanización en aumento y la creciente paridad de la mano de obra impulsan la demanda de comida para llevar y comidas preparadas.

Las cadenas de valor de envasado de alimentos resilientes ayudan a abordar los problemas creados por el aumento de la urbanización

Dado que el 56 % de la población mundial reside actualmente en zonas urbanas (comparado con menos del 15 % a principios del siglo XX), el papel del envase en el transporte y la distribución de alimentos es aún más decisivo. Mientras que los requisitos para mantener a una población urbana en constante crecimiento abastecida de los alimentos y provisiones necesarios han aumentado en complejidad incluso en épocas de relativa estabilidad, de cara al futuro, mantener unas cadenas de valor de envasado de alimentos que sean resilientes frente a desafíos climáticos inesperados o de otro tipo es fundamental para secundar medios de vida y permitir la disponibilidad de productos alimentarios inocuos, higiénicos, seguros y asequibles.

Por este motivo, gobiernos de todo el mundo reconocieron al sector de los envases y embalajes como un sector esencial durante la pandemia de COVID-19. Además de permitir el flujo continuo de bienes a los lineales de los supermercados, sin el envase adecuado, las cafeterías y los restaurantes lo habrían tenido complicado para ofrecer comida para llevar de forma segura en cuanto a la COVID, como reconoce la Agencia Europea de Medio Ambiente.[xiii]

Nuestro compromiso con un futuro sostenible

El acceso a alimentos nutritivos, inocuos y saludables es fundamental para la vida. En la actualidad, es inaceptable que un 9 % de la población mundial no tenga acceso a alimentos suficientes.[xiv] Como el Consejo de Ministros de la UE, la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de la ONU señalaron en 2021, se deberían fomentar medidas eficaces para aumentar la accesibilidad y asequibilidad de una alimentación saludable a través de sistemas alimentarios sostenibles, incluidos los grupos vulnerables. El papel que desempeña el envasado sostenible de alimentos ayuda a fortalecer nuestros sistemas alimentarios tanto para mejorar una accesibilidad asequible a alimentos inocuos como para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos.

En última instancia, una alimentación inocua nos mantiene sanos. Fortalece nuestras comunidades, impulsa nuestras economías y protege nuestro planeta. El envasado de alimentos ayuda en todos estos objetivos para que podamos llegar al punto en el cual todo el mundo pueda obtener buenos alimentos cada día. Creemos que todo el mundo tiene derecho a una alimentación segura.

 

Consulta los artículos

 

Fuentes


[i] The Day of Discontent, Alfred Henry Lewis, revista Cosmopolitan 1906, p. 603

[ii] FFG / Denkstatt. denkstatt.eu/wp-content/uploads/2020/08/guideline_stopwastesavefood_en_220520.pdf

[iii] El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, FAO 2021. www.fao.org/3/cb4474en/cb4474en.pdf

[iv] Estimación de la carga mundial de enfermedades de transmisión alimentaria, OMS 2015. 2006. www.who.int/activities/estimating-the-burden-of-foodborne-diseases

[v] Manual sobre las cinco claves para la inocuidad de los alimentos, OMS 2006. https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/43546/9789241594639_eng.pdf

[vi] The Unnatural History of the Dixie Cup, revista Smithsonian 2012. www.smithsonianmag.com/arts-culture/the-unnatural-history-of-the-dixie-cup-119828457/

[vii] Conclusiones del Consejo sobre las prioridades de la UE para la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios de 2021.
www.consilium.europa.eu/media/49927/draft-council-conclusions-on-the-eu-s-priorities-for-the-2021-united.pdf

[viii] Driven to Waste, WWF y Tesco, 2021. wwf.panda.org/discover/our_focus/food_practice/food_loss_and_waste/driven_to_waste_global_food_loss_on_farms/

[ix] El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, FAO 2021. www.fao.org/3/cb4474en/cb4474en.pdf

[x] Food Supply Chains and COVID-19: Impacts and Policy Lessons, OCDE 2020. www.oecd.org/coronavirus/policy-responses/food-supply-chains-and-covid-19-impacts-and-policy-lessons-71b57aea/

[xi] Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos: declaración de la Comisaria Stella Kyriakides, Comisión Europea 2021. ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/statement_21_2880

[xii] Emily Matchar, The Atlantic 2013. www.theatlantic.com/sexes/archive/2013/04/healthy-affordable-fast-food-feminisms-holy-grail/274948/

[xiii] COVID-19 y medio ambiente: impactos de una pandemia global, Agencia Europea de Medio Ambiente 2020. www.eea.europa.eu/publications/covid-19-and-europe-s/covid-19-and-europes-environment

[xiv] Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (2021). Índice de desperdicio de alimentos 2021. Nairobi. www.unep.org/resources/report/unep-food-waste-index-report-2021